+ Folgado, ese hombre (En Tres Cantos)
Ayer un amigo me invitó a Tres Cantos. Tuve la inmensa suerte de escuchar en una charla a don José Folgado, candidato del Partido Popular allí. La tertulia era una de las organizadas por NNGG y centrada en "El papel de los jóvenes en la política".
Bueno, supongo aquí todos conocéis quién es él. Quizá sobre su trayectoria en política es donde basó el discurso, exaltando las excelencias de la democracia liberal y el cambio que tras 14 años de socialismo experimentó Expaña. Rodrigo Rato en el 96 ministro de Economía de Aznar, responsable del "milagro" económico, donde en apenas 18 meses, desde Mayo de ese año, consiguió con unos cuantos bueno hombres -uno de los delanteros es del que hablamos hoy- transformar todo un modelo y pésimos indicadores heredados del socialismo felipista (paro galopante, tasas de interés, balanza, y un largo etc...) en una de las potencias más pujantes del globo. Lo que nos recordaba Folgado -secretario de estado de Hacienda- dejó a España en la triple AAA, en la excelencia mundial, en un espacio brevísimo de tiempo.
Un lugar donde esas empresas que llegaban a producir empleo como locos a España, se largan ahora con un Zapatero que no acomete reformas, y eso lo vamos notando, y mantiene como puede el sistema heredado del PP.
¿En qué derivó toda esa maraña de números que aparecen en verde y no en rojo? En beneficios para el ciudadano, progreso, dinero con el que ejecutar inversiones y revertirlo a la sociedad, y sobre todo, empleo, motor del bienestar.
Todo un lujo como os digo escuchar a don José Folgado, prohombre y gran pedagogo. Hace tiempo tuve una charla con él y se empeñaba en motivarnos a los jóvenes en vivir con pasión la política, luchar por nuestros ideales. En esta tertulia, de apenas 40 minutos, ejerció una defensa vehemente de la democracia liberal y la política, centrándonos (sí) en lo que denomina derecha liberal (je, de los míos), nada de centros ni derechas socialistas, ni leches. No sólo fue economía, que no es poco, uno de los ángulos en la organización y progreso de la sociedad, sino en un libro de la CAM/Instituto de la juventud, el tanto por ciento de jóvenes que se asoman o interesan por la política, o las consabidas recetas, consignas de la izquierda (la derecha gobierna para los ricos, etcs..)
¿Bajar impuestos es malo? Todo lo que quieras, pero gracias a ello motivas el motor de la sociedad, la inversión, y con ello el beneficio, libertad y empleo de los más desfavorecidos. Algo que según sus ejemplos han comprobado desde países de la órbita soviética hasta Suecia, avanzadilla del socialismo cargante e impositivo en el grupo Occidental que más tarde deshizo el camino. O como ejemplificaba según amigo suyo, ¿Si el estado me resta 75 de cada cien pesetas que gano, para qué trabajar dando una conferencia o similar? Pues trabajo lo mínimo, me quedo en casa y escondo mis ahorros. Ahora sumad millones como él que no invierten, no se produce empleo ni el estado recauda.
¿Qué ocurre?, pues la pescadilla que se muerde la cola, y todos miramos a Chávez, que está nacionalizando a tutiplén, porque el extranjero no desea arriesgar capitales en su país, y donde dentro de no mucho el venezolano amigo de ZP deberá seguir nacionalizando porque cada vez menos capitales y mercado querrán asentarse en Venezuela y la voracidad estatal nunca se colmó. "Ni siquiera en estos años Chávez ha construido una carretera decente entre Caracas y el aeropuerto"
¿Y los jóvenes? Es que precisamente ésa fue la enseñanza que nos dio: Sin complejos pero con principios, valores que promoverán seguro ese afán de todos los que nos interesamos por la política, la democracia liberal: El bienestar de la humanidad, de nuestra sociedad.
Por Prevost