+ Fascismo y titiriteros.

Casi seiscientos mil euros, cien millones de las antiguas pesetas, podrían ser utilizados para muchos fines por parte de cualquier tipo de administración. Me imagino que en Galicia hubiesen hecho mucha falta para evitar o minimizar los incendios de este verano, o que el centro de acogida de inmigrantes de Canarias agarraría ese dinero en menos de un segundo; en Andalucía, no obstante, se han utilizado esos recursos para financiar el Ballet Flamenco de dicha comunidad que dirige la bailadora Cristina Hoyos.

Una política de subvención, de pagar la deuda a todos esos titiriteros que apoyan en su escenario el régimen impuesto, que, como es costumbre, es pagada por el bolsillo de todos los contribuyentes andaluces. Sin embargo, la polémica ha surgido cuando el PP se ha quejado de este trato especial a doña Cristina y ésta no ha dudado en chimpar a los medios de comunicación la siguiente frasecita:

«a pesar de todo, debo darle las gracias al señor Arenas porque me ha abierto los ojos para la gran labor cultural y política que queda todavía con el fin de barrer de esta tierra definitivamente el espíritu que Arenas representa y practica».

Barrer, eliminar, acabar. terminar, destruir todo lo que tenga una mínima relación con el PP, ése es el fin que persigue con su arte esta mujer. Y no lo niega, ni lo disimula, ni tan siquiera pretende ocultarlo. Se cree legitimizada moralmente para proceder a purgar a todos los andaluces de esos rancios aromas, a autoerigirse modelo representativo de la sociedad andaluza.

Cristina cogerá su escoba y se pondrá a barrer a todos aquellos que no piensen como ella, que no tengan sus mismos valores, ni que estén de acuerdo con muchos de sus postulados políticos. Después, vendrá otra subvención, más millones para su bolsillo y todos contentos. El PSOE se eterniza en el poder que es lo único que cuenta.

Por Chesk