+ Bloglines y Escritos contra corriente de Miguel
Existe una columna que nunca me pierdo, y es la de Amando de Miguel en Libertad digital -"La lengua viva"-. Debe ser que la ojeo a ver si me cultivo un poco, porque mi necia cabezota necesita abono en abundancia. Los que por aquí paseáis sabéis que eso es muy necesario. Pues don Amando de Miguel ha publicado el libro "Escritos contra corriente" en el que mediante su gran conocimiento del lenguaje expañol, analiza la actualidad del territorio cursi, digo, patrio.
"Aunque el presidente Zapatero manifiesta una enfermiza nostalgia republicana, la Segunda República no puede presentarse como un modelo de progreso y libertad. Aun así, en algún caso la situación reciente ha evolucionado a peor. Por ejemplo, en la Segunda República pudo caer un Gobierno por un nimio escándalo de corrupción (el "estraperlo"). En la actual democracia los casos de corrupción son mayúsculos y no pasa casi nada. Por ese lado la degradación no puede ser más irritante."
Aquí tenéis más extractos del libro editado por Espasa. Y no olvidemos, que lo tenemos, en los Diálogos de LD, esta tarde a las cinco, ojo.
Ejque, me conocéis de sobra los asiduos a este sitio. Incluso José Bono y la ministra de Curtura están suscritos al blog mediante lector de feeds. Pero merece la pena recordarlo de vez en cuando para todos aquellos que nos acaban de conocer.
Aquí, salvo el que esto escribe, somos todos la p. releche, tecnológicamente hablando; lectores y bloggers. Y eso porque usamos muchos (actualmente 56) las RSS para estar al tanto de los nuevos posts. Sí, suena raro pero es muy sencillo. Si lees cinco o seis blogs al día, esta herramienta, gratuita, te viene de perlas.
Y es que vas agregando en una misma página web (tras regsitrarte) las bitácoras que lees. Y cada vez que la abres aparecen tus blogs favoritos actualizados, de forma que no has tenido que pinchar mil uerre-eles, sino una sola. Siempre recomiendo Bloglines, majo y gratuito, pero ya sabéis, sois libres para elegir, que acá no somos keynesianicos ni intervencionistas. Dios -o Alah- nos libre.
Por Prevost