+ Palomitas serviles y Gallardón el malayo
Este no es un post para atacar a Gallardón. Sabéis que cuando no me da motivos, pues no me meto con él, como los matrimonios de época que dormían en camas separadas. Pero sí me tira de la lengua Miguel Ángel Orellana al escribir un par de gilipolleuses en su artículo de ElSemanal. Y es que el suso y dicho en su columna, nos prepara para la mega estrategia de los halcones feos y oscuros, casi cavernarios (Sopena, tu vocablo favorito: umm, grr, gua, khds) que desean derribar a don Alberto.
Estando a ocho meses vista de la cita electoral de las municipales y autonómicas que puede deparar de nuevo panes y peces para la tropa popular, y cuando Rajoy parece ir depositando sus complacencias en un Ruiz-Gallardón para pregonar el tono templado y centrista que el partido perdió con Aznar
Claro, el PP antes de Aznar era templado y centrista. Yo diría más bien que en todo caso más socialista que centrista, porque no olvidemos que algunos vienen de AP, como Gallardón, donde se refugiaron parte de los silentes y no tan silentes habitantes del franquismo, y otros como Esperanza, llegan no de allá, sino de tendencias liberales.
El PP con Aznar, por supuesto, no era templado. Por eso Enrique Múgica, socialista, es el Defensor del Pueblo, o metió a Serra, socialista, como ministro de defensa, entre otras aportaciones. O pactó con CIU, o con PNV (mal hecho, yo soy menos templado que Aznar) o incluso quiso incorporar a las democracias al gili de Gadafi. Y ejque, Orellana, ¡qué ojo el tuyo!
la promoción del alcalde de Madrid es mal vista por la derecha más furiosa
Para leer eso, me quedo con lo escrito por Quevedo, el de Villegas, sobre otro ojo:
Su sitio es en medio como el del sol; su tacto es blando: tiene un solo ojo, por lo cual algunos le han querido llamar tuerto, y si bien miramos, por esto debe ser alabado, pues se parece a los cíclopes, que tenían un solo ojo y descendían de los dioses del ver.
Pero más ojo aún establezcamos al altar que en Gallardón Orellana establece:
Ningún otro dirigente del partido presenta, expresada en votos, una trayectoria tan brillante y en sintonía con los ciudadanos
En el PP de Madrid la "sintonía" se tradujo en un rechazo total de los militantes y dirigentes a Gallardón, y en Madrid, la gente anda cabreada, tanto que desea endosar por aquel magnífico ojo descrito por Quevedo, un parquímetro (o tres) al "deseado" alcalde.
Y todo este alarde pueril, lo monta Orellana porque teme una estrategia desestabilizadora contra Gallardón desde que se supo que una de las implicadas en la operación Malaya-Marbella es amiga íntima de "ese hombre". Toma nísperos. Yo ni lo sabía, y gracias a tí, lo sé. Aunque ya sabes, Ore, excusatio non petita...servilismo manifiesto.
Pero he de callarme, porque como diría mi paisán y amigo de Alberto, José Bono; ejque me estoy enfureciendo. Y luego osarán llamarme halcón, o masónico liberal pro judío y derechón a su vez, cuando en realidad soy una simple gaviota, de esas de toda la vida, o en todo caso un gavilán. A ver si se extiende esto último, y ligo más.
Por Prevost