+ La reve de Zapatero y el codazo
A Marie-Therese Walter le han pegado un codazo que casi arruina su erotismo. A mí casi me da un yuyu, pues ese cuadro supuso un impasse en mis clases de arte allá por el instituto. Y es que después de tanto Goya y bailarinas más tarde, un poco de sexo no venía mal, aunque lo pintara el cubista republicano.
Y hablando de eso, mirad cuánto rojo y amarillo nos trajo Picasso en 1932. Marie, su amante, totalmente entregada, entretenida con los calentamientos mientras el señor que la puso a cien se divertía pintándola. ¿Para qué queremos nostros una dama guiando a to quisqui como los franchutes, si tenemos a Zapatera entregada a los etarras mientras sufre un orgasmo que él piensa es democrático?
Zapatero no está en una reve como aquella. Y si nos podemos pedantes, podríamos decir que más rave que reve cuando como la niña del exorcista descubriera ZP que Picasso la cubrió de rojo y gualda mientras llegaba al culmen de sus ensoñaciones. Aunque quizá -o seguro- él lo sepa. Enseña su pecho al encapuchado que exige más y más. Y cuánto mayor es el placer producido en quién lo mira, más reconfortante se le hace un sillón que desde luego, caliente está.
Por Prevost