+ El suicidio (reincidente) de la derecha española
Quién se piense ante las dificultades el PP necesita silencio, la lleva clara o se ancló definitivamente en el estatismo más vergonzante, propio no de ahora, sino de cuando los ciudadanos era maniquíes en manos de cuatro políticos. Una vez más, esta semana se ha comprobado la disociación entre los dirigentes del Partido Popular y su base social.
Pensaba dejar pasar ya el tema, pero un magnífico artículo de Jose Javier Esparza en el Semanal digital me hace volver de nuevo. Es que él tampoco traga las arenitis y uriartitis que le crecen últimamente a Rajoy bajo los pies, con, o sin su aquiescencia. Casi tanto como eso me preocupa a mí también el silencio de todos aquellos aguerridos espadas de nuestra cuerda que han callado con la "realidad nacional" de Arenas, o eso que dijo Uriarte de que los que sean de derechas que se busquen otro partido. Ambos hechos, de gravísimo calado.
Si queréis votos, leches, dejaos de tonterías y fichad a este pringao:
Pero os aseguro que hay otras formas mucho menos cruentas y más inteligentes de llevar este peligroso barco. Por ahora, quedémonos con las Cuatro verdades sobre el suicido (reincidente) de la derecha española, por Jose Javier Esparza. Copio algunos fragmentos:
""Lo de Arenas, claro: realidad nacional andaluza en la indisoluble unidad nacional española, con un par. Pero también está lo de Uriarte, que desprecia a la derecha desde la derecha. Y muchas cosas más. ¿Realmente se han preguntado estos señores qué siente la gente que les vota?
Una: el PP está poseído por el espíritu de UCD
Pero el fondo del problema parece idéntico: estas derechas, lo que fue UCD y lo que buena parte de la cúpula del PP aspira a ser, no son derechas naturales, sino artificiales; no son reflejo de una realidad social, cultural, política, sino que son las derechas que el sistema necesita para mantener el ritual de la alternancia. Demasiada gente en el PP aspira a ser la derecha que le gusta a la izquierda. Como UCD. Pero esa derecha, ¿quién la necesita? Sólo la izquierda.
Dos: la derecha sigue entregando la iniciativa a la izquierda
Es lamentable este espectáculo de señoritos en traje de mil euros corriendo por ver quién es más progresista. En traje caro o en piercing, como ese grotesco cartel de las Nuevas Generaciones del PP. Esa derecha-poder sigue convencida de que uno no puede "estar in" si no sigue a pies juntillas los mandamientos del pensamiento único progre y de lo políticamente correcto.
Tres: la derecha sigue anteponiendo los intereses a las convicciones
el problema surge cuando, por poder, uno renuncia a ser lo que es y se convierte en otra cosa –en otra cosa peor. Por ejemplo cuando, por poder, un partido que defiende la unidad nacional de España consiente en transigir con retorsiones conceptuales que sólo benefician a quienes quieren romper tal unidad. He aquí, una vez más, que la derecha de los intereses aniquila a la derecha de convicciones
Cuatro: la derecha está empezando a dejar de estar en la derecha.
Toda esa galaxia, que es la derecha de verdad, hoy empieza a sentirse huérfana. El espejismo de Aznar –prosperidad y atlantismo- funcionó mientras estuvo en el poder; desaparecidos poder y espejismo a la vez, por todas partes se extiende la impresión de haber perdido una oportunidad histórica para construir una gran derecha amplia y plural en España, donde cupiera toda la derecha real. Porque esa derecha real no gusta en la derecha oficial; la toman por carca. Pero una derecha política que desprecia a la derecha social, ¿a quién beneficia? Sólo a la izquierda.""
Por Prevost