+ Love Actually, humor y amor en Navidad
Me gusta cuando se cruza conmigo una buena comedia, me acuerdo siempre del cine español, y me pregunto, ¿Qué? ¿Qué nos falta? Ni ganamos mundiales de fútbol, ni hacemos buén cine, reconozcámoslo. Y del Gordo ni hablemos, a ver quién es el listo. Tranquilos, que en este post no voy a dar la solución al problema. Aunque no es ningún drama el resolver estos asuntillos. Lo digo por si estás a favor de las cuotas y quieres debatamos cuántos impuestos más hemos de regalar.
No.
Ay, tan sólo deseaba recomendaros Love Actually, de Richard Curtis. Partamos de una base, y es esta afirmación suya:
“He escrito muchas historias de amor. Si se fija uno, la vida está llena de amor y de cariño, pero las obras de arte suelen preferir pintar el lado oscuro de la humanidad. Si me fijo en el mundo a mi alrededor, lo que veo es muchas cosas hermosas y mucha gente de buen corazón”
Más, quizá acabes soltando una lagrimita de felicidad al acabar el film, pero también podría haber sido de tristeza, porque el director nos la da al mismo nivel. Aparte claro, de un quintal de romanticismo y humor. ¿Dije un quintal? ¡Qué barbaridad!, mucho más. Es en Navidad donde repito películas vistas antes, y estoy planteándome seriamente descartar Qué bello es vivir y cambiarla por Love Actually. Debe ser porque hace un año que no me la tragaba y esta tarde me ha entrado muy bien. La cinta, película.
Obligatorio verla, y eso por encima de que en la misma, Elisha Cuthbert -hija de Jack Bauer- sólo ha estado secuestrada durante una secuencia. Pero nadie es perfecto, como dijo ZP cuando se fumó el pitillo y comió la hamburguesa. Eyyy, ¿que la recomienda Prevost y por eso no deseas verla? Niños progres, que hasta recoge un guiño antiamericano bastante chistoso, merece la pena esta película, y además aparece nuestro cansino y tilántico...
Por Prevost