+ Año del olvido histórico (4) Una vieja injusticia
Si tienen a mano un manual del imaginario izquierdista no tendrán que pasar muchas hojas para ver que hay cantidad de tipos de dudoso currículo convertidos tontamente en líderes con tintes de mártires. Tíos que aparentemente han luchado por la libertad, y cuando se ha escarbado cuatro milímetros en su historial se ha encontrado mal rollo hasta las cejas. Uno de ellos, el anarquista Francisco Ferrer, nacido en 1849, que como ejemplo curioso, da nombre en Bruselas a la Haute Ecole de la rue de la Fontaine , fue en pedagogo fundador de la Escuela Moderna e intelectual educador ilustre metido en todos los saraos de la época. Propagaba ideas como la insumisión a la autoridad y la educación como arma revolucionaria. Imagínense un tío además de anarquista, pedagogo, ¿verdad?
El caso es que según cuenta Díaz Herrera en sus obras, este sujeto jugaba a la bolsa y lo que ganaba, lo invertía en armamento, y no precisamente pedagógico, sino del de verdad. Y en esa línea pacífica e intelectual imagino yo que fue inductor de un atentado en Paris contra Alfonso XIII en 1905 y de otro en Madrid por la misma cuestión donde murieron veinte personas y otras tantas perdieron la vista, participando después en la Semana Trágica de Barcelona.
Me figuro que por tanta fechoría junta y dadas las leyes terribles de la época, fue condenado a muerte y fusilado sin contemplaciones, haciendo de su memoria, la memoria de un mesías por la causa anarquista y encima un mártir intelectual... ¿Se puede pedir más?
Cuando empezó la Guerra Civil española veinticinco años después, y no se respetaba ni la ley de la selva, imaginan ustedes lo que pasó respecto a esto, ¿verdad? Pues que el tipo que ejecutó físicamente a Ferrer, un militar que vivía en la capital de Guipúzcoa tan contento, recibió una llamada una noche en la puerta de su casa. Toc toc toc.
-Hola. Venimos a reparar una vieja injusticia.
-¿Cuál...?
Su cadáver apareció al amanecer asesinado, arrojado desde un puente. Bueno, dirán algunos, el también mató a otro ¿verdad?
Milicias del pueblo indisciplinadas y enfurecidas contra los ricos, contra los guapos, contra los vecinos con suerte, versus militares profesionales fríos y calculadores con ganas de limpiar España de todo rastro marxista. Ocurrió por los pagos españoles, y ocurrió entre amigos.
Por Cruzcampo