+ El Buen Hijo
Qué mal cuerpo se me ha quedado con la puñetera película oye. Tiene que ser horrible la cosa. Para unos padres, en este caso, la madre que sale más, darse cuenta de una de las cosas más escalofriantes que a uno le pueden pasar. Descubrir que tu hijo de diez años, es un asesino.
De alguna oscura manera, el chaval había crecido sin valores. Y por supuesto sin piedad. Nacido de una familia normal, Henry había matado a su hermano pequeño asfixiándolo en la cuna o algo así, para acaparar toda la atención y los regalos de sus padres. Tenía aficiones de auténtico cabrón, como la de subir a los viaductos a tirar muñecos de paja a la autopista, para disfrutar viendo como se engalletaban los coches al querer esquivarlos, o la de patinar en los lagos helados con la única intención de lanzar a lo tonto a algún desgraciado hacia la capa menos gruesa, y gozar viendo cómo se quebraba bajo los pies del pobre patinador, que se hundía muerto de miedo en una grieta de agua a temperatura de cero pelotero. Y etcétera etcétera .
Esta es la historia de la que va El Buen Hijo, una peli de Macaulay Culkin y Elijah Wood, personaje este último que pasa una temporada confrontado a las habilidades de su angelical primo en una trama que a uno le deja un mal cuerpo que te vas pata abajo hasta el remate final.
Evidentemente las cosas en la ficción deben ser impactantes. Hoy día no te encuentras a un capullo tan integral por la vida, ¿ o sí? Pero sí te puedes encontrar críos que han perdido el respeto a muchas cosas, que han creído ser reyes y han terminado siendo tiranos, faltones, irreverentes o tal. Y sin valores. Como algunos adultos. Y también, sí, de vez en cuando, nace un criminal.
Es muy curioso porque los niños son ahora seres "protegidos", a los que está fatal visto dar un tortazo cuando uno está hasta los cataplines de diálogo, aunque meses antes de nacer, te los puedas pulverizar a tu gusto en un quirófano. Si acaso pasan con éxito la etapa en la que chapotean dentro de sus madres, entonces ya salen los expertos y bustos parlantes de la tele, esos que inventaron lo de papi amigo, profe colega, a contarnos que hay que educarles bien con patrones correctos y no sé qué.
Pero de poco sirve tener una familia cojonuda si luego salen de sus casas y van a lugares donde se ha democratizado la educación, todos mandan, todo puede valer, la autoridad queda facha y el esfuerzo es un coñazo. Y la democracia no era para eso, sino para ir a votar. Democratizando la educación, la han invertebrado, la han vaciado de cultura y plagado de consignas patateras.Y se la han cargado.
A Henry ninguna putada le era extraña. A servidor que les habla renegando de las putadas, por mucho que ciertas aberraciones no me sean extrañas y alguna incluso vicio confesado, me parece un toque de cojones que las cuelen de lectura obligatoria en una escuela pagada por todos, en un país donde cuesta encontrar, aunque los hay, críos que lean mucho más que la cartelera del periódico.
O sea. No podemos evitar que en ocasiones nazca un asesino. Pero podemos evitar crear toda una generación de reyezuelos, caraduras y borregos. Supongo que sólo hay que proponérselo. Y ya ven lo bien que se lo han propuesto.
Por Cruzcampo