+ La libertad frente al terror

Esta tarde los "ultraderechistas" (Sopena's favourite word) nos hemos cansado de tanta falacia, de tanto odio, de que se nos venda a una panda de asesinos macarras y repugnantes. Nos hemos cansado de mentiras y de prebendas; y tras hacer zETAp oficial la rendición de España ante la ETA, nos hemos convocado a las 20 horas frente al Congreso de los Diputados. Así comenzaba una tarde que me recordaba a la Guerra de independencia de España. Los ciudadanos contra la invasión francesa; los ciudadanos, solos, luchando contra la traición de un rey nefasto que nos vendía al enemigo francés. Por ello os relato a continuación una tarde tan intensa como emotiva.

Pasadas las 19 horas llegaba yo al Congreso. En un momento pensé que no iría mucha gente, pues no había más que un puñado de personas que se podían contar con una mano. Pero poco a poco iban llegando descontentos, gente de bien, españoles que aman a su país y que detestan que nos retrotaigan al tercermundismo. Españoles que quieren vivir en paz, pero también ser libres. En definitiva, poco a poco iban llegando "ultraderechistas" ataviados con banderas de nuestra nación, de España.

Y unos minutos antes de las 20 horas (no sobre las 19 horas como se dice en www.elmundo.es) comenzaba todo. Estaba lleno de bote en bote. Lo que parecía que en un principio no se podía hacer, se estaba cumpliendo, y es que normalmente las protestas ante el Congreso se trasladan a las calles colindantes.

Comenzaba la protesta, comenzaba con gritos pidiendo la dimisión del Gobierno en pleno: "Gobierno dimisión!" se empezó a corear; o "Zapatero traidor" entre otras consignas eran las que se gritaban esta tarde mostrando nuestra indignación, porque ya no sabemos lo que será de nosotros.

Todo marchaba con normalidad, la afluencia de gente iba creciendo por momentos, y dada la emoción del acto se han roto las vallas de seguridad, los policías han tenido que apartarse, y la calle se ha cortado, las escalinatas del Congreso han topado con los ciudadanos que quieren ser libres, y en su afán por serlo han estallado en una marea humana repleta de indignación, pero con grandes esperanzas de poder saber la verdad el día de mañana, de ser libres y poder ejercer sus derechos como ciudadanos sin ser amedrentados y sin sufrir el terror de los asesinos.

Los ciudadanos han estallado gritando "justicia" y alabando la tarea del juez Marlaska, sólo ante peligro. Los ciudadanos se han cansado de estar en sus casas mirando como lo que se ha conseguido en estos últimos treinta años se rompe en tan sólo dos por el simple y llano afán de poder de un enfermo mental y sus acólitos los asesinos.

Finalmente, y tras una hora de protesta, se han traído unos ramos de flores que se han depositado a los pies de uno de los leones del Congreso. Las flores, como os imagináis, iban dirigidas para la memoria de las víctimas que, este Gobierno, se dedica a pisotear continuamente. Los ramos era un símbolo de dignidad ante la ilegitimidad de las políticas de Zapatero y su gabinete de terroristas.

Tras la colocación del ramo se ha leído un manifiesto aplaudido por todos. Un manifiesto que se declaraba en contra de la decisión del Gobierno, de esta decisión cobarde de rendirnos a todos ante el terror. ¿Y por qué? Nos preguntamos todos. ¿Qué debe zETAp a los terroristas? Se preguntan los "peones negros".

Y es que me ha sorprendido que Luis del Pino, en su último post llamado "Dinamitas y Dinamitas" lo termine diciendo: "negras dan jaque, tic, tac..." Así pues sólo es cuestión de tiempo, pero poco tiempo, que tengamos que ir a Ferraz a pedir responsabilidades a un presidente del Gobierno desnortado y vendido a los terroristas.

¿Qué sabe ETA del 11-M?, ¿Qué sabía zETAp del 11-M?, ¿Por qué el PSOE se negó a investigar el 11-M?, ¿Por qué el sumario está formado por pistas falsas?, ¿Por qué ahora zETAp nos vende a la ETA?

Muy pronto tendremos respuestas a todo esto. Muy pronto las víctimas volverán a ser dignas. Muy pronto volveremos a la normalidad y retornaremos a aquellos días en que la gente honrada no moría en vano.

La libertad volverá con la ausencia de Zapatero.

Por Valmont