+ Turcos y turcas
¿Son ustedes de esos que creen que un Parlamento Europeo lleno de islamistas no tiene por qué ser necesariamente traumático?
Nada, pues están de suerte pequeños masocas, sólo tienen que esperar unos años.
Pero los que piensan lo contrario ya saben que quizás les debamos a los turcos que en el siglo X , el Islam no se disolviera como un azucarillo presa de las broncas y tirones de turbante entre grupos distintos de musulmanes.
Sunníes hasta la médula, derrotaron después al Imperio Bizantino gracias al despiste de Romano Diogenes, que se metió hasta el fondo en una batalla que le quedaba grande, con un calor horroroso, de la que ya no pudo salir lo que se dice sonriendo.
Gracias amigos turcos, todo un detalle.
El Islam, de esa manera, suicidado como cultura, se quedaba con casi toda Asia Menor y ponía los ojos en el Atlántico, todo era posible con ese fervorcillo salvaje que tienen los conversos, que fue utilísimo para hostigar a los judíos, cristianos y a los peregrinos que andaban por ahí, hasta que el Papa Urbano II, que no los soportaba, convocó a sus Templarios a pelear a muerte contra ellos... Después, ya saben, Otoman, con sus correspondientes otomanos, Imperio, luchas por aquí y por allá, después Lepanto y todo eso. Gracias Don Juan, por cierto.
Y ahora quieren ser europeos y europeas. Y tampoco me extraña. Recuerden a Ataturk, ese que le cae tan mal al de guebislam, un hombre, Ataturk digo, con ganas de ser moderno, que pretendió que todo quisqui se vistiera con traje y corbata de la noche a la mañana y así fue, Turquía parecía otra, Ataturk fue algo único, dicen los expertos, quitaba velitos, se ponía las pilas, en fin después llega la OTAN, el turismo Occidental... vamos, una pasada.
Pero este gigante entre Europa y Asia, ni Europa ni Asia , pero más Asia, parece que se islamiza día a día, y se nos presenta con fidelidades oscuras, lealtades poco claras, lo mismo Mein Kampf en el superhit, que sharia disimulada o sin disimular en las zonas rurales, derechos humanos que sí que no, el infumable rollo kurdo, mendigos a porrillo, diez millones de turcos dispuestos a emigrar para el oeste, alta criminalidad, laicos kemalistas y fundamentalistas a ambos lados de un raro abismo, esfuerzos sudorosos para conseguir parir la democraria como si se les pidiera la luna, Erdogan soltando frases antioccidentales la mar de mosqueantes, y sobretodo, la baba caída del pastón que va a llover de los fondos para el desarrollo.
Turquía podría dinamitar el sentido del proyecto europeo y aún siendo laica en pura teoría, introducir el Islam en Europa como cultura con mando y decisión. Por lo visto el europolitiquerío está interesado en la inyección de sangre a la envejecida Europa del bienestar que ya empieza a pedir más de lo que aporta y en los recursos energéticos por no hablar del puto mangoneo de masones, así que a ver cuándo narices resolvemos nuestros propios problemas en vez de llamar con el cuerno a la manada de enfrente.
Si somos ya una Unión entre los que estamos, intentemos poner los medios para ser una Unión Europea, culturalmente libre y económicamente autosuficiente.
Turquía es un país islámico, coño. Que no es Europa, o sea, que no.
Por Cruzcampo