+ La mordedura de la serpiente.
Recuerdo que cuando hace tiempo vi la película de "Asesinatos Natos" se me quedó grabada en la memoria una de las historias que contaban como anécdota. Consistía, en que una anciana había encontrado a una serpiente a punto de congelarse, la había cuidado, calentado, dado comida y con el tiempo curado de sus males. Al cabo de un año, la serpiente muerde inesperadamente y de manera mortal a la anciana. Ésta, al borde la muerte le pregunta el por qué le ha mordido con todo lo que ha hecho por ella. La serpiente, de manera rápida le responde que si había olvidado que era una serpiente, está en su naturaleza morder.
La lección que nos daba la anciana, es que por mucho que queramos ayudar a determinadas personas, existen ciertos males que se encuentran en el interior del ser humano u otras especies animales que por mucho que queramos nunca van a poder variar. Existen depredadores, existen presas, fuertes , débiles, traidores, leales, soberbios, egocéntricos, bondadosos, pacientes y por más que intentemos cambiar la forma de una persona jamás podremos conseguirlo.
Pienso en toda esta moraleja, en todas estas conclusiones, mientras leo que la UE seguirá financiando a la ANP independientemente que un grupo terrorista haya llegado al poder, mientras me detengo en leer las líneas donde dice que ZP cree que el Estatuto no romperá la unidad nacional o cuando somos conscientes de que está pactando con bandas terroristas esperando a que de la noche a la mañana dejen de ser serpientes y se conviertan en dulces e inofensivas presas. Está en la naturaleza de ciertas personas ser reptiles, por más que queramos, por más que no cesemos en esfuerzos y tengamos el corazón lleno de esperanza, nunca van a dejar de morder por la espalda. Y hay que tener cuidado, algunas hasta son venenosas.
La lección que nos daba la anciana, es que por mucho que queramos ayudar a determinadas personas, existen ciertos males que se encuentran en el interior del ser humano u otras especies animales que por mucho que queramos nunca van a poder variar. Existen depredadores, existen presas, fuertes , débiles, traidores, leales, soberbios, egocéntricos, bondadosos, pacientes y por más que intentemos cambiar la forma de una persona jamás podremos conseguirlo.
Pienso en toda esta moraleja, en todas estas conclusiones, mientras leo que la UE seguirá financiando a la ANP independientemente que un grupo terrorista haya llegado al poder, mientras me detengo en leer las líneas donde dice que ZP cree que el Estatuto no romperá la unidad nacional o cuando somos conscientes de que está pactando con bandas terroristas esperando a que de la noche a la mañana dejen de ser serpientes y se conviertan en dulces e inofensivas presas. Está en la naturaleza de ciertas personas ser reptiles, por más que queramos, por más que no cesemos en esfuerzos y tengamos el corazón lleno de esperanza, nunca van a dejar de morder por la espalda. Y hay que tener cuidado, algunas hasta son venenosas.
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