+ Sigo vivo, no moriré en el intento.
Y no me he convertido al carlismo. Lo único que estos días me es casi imposible concentrarme delante de la pantalla los escasos minutos que tengo acceso a ella.
Si Dios, o allah (talante), o su cuñado, o Bono lo permiten, a partir de mañana volveremos a la normalidad. Os pido a los creyentes (en Dios o la Libertad) una oración por Ariel Sharon, que se debate entre la vida la muerte, y un poco de paciencia, que Prevost sí hay para rato.
Por Prevost