+ Desde Hirsi hasta Jadiya
Bueno. No sé si han oído hablar de una mujer que atiende por Jadiya Candela, una española convertida al Islam portavoz de la Asociación de mujeres musulmanas An Nisa, una que buscando la verdad ha alunizado sin incidentes en un Islam que ella valora como joya de amor y equidad entre hombres y mujeres, y ahora filosofa sin parar sobre los textos musulmanes, pero sobretodo sobre el Profeta, que la trae loca.
Cuando uno entra en la página de An Nisa, lo primero que ve es una lamentable foto de muertos en la guerra de Irak al lado de un antipático soldado USA, seguido de un texto culpando a la CIA de los atentados islámicos e instando a que se larguen de una puta vez los marines y tal, y bajando con el ratón, para los que aguanten más, una queja amarga sobre la islamofobia en Dinamarca, donde la pobre sirenita lleva un burka espantoso que te rilas, producto de un odio al Islam que hay que combatir pero ya.
De entrada, ya nos dice Candela con tajante osadía y sin que a nadie le extrañe, que el Islam ha transmitido a Occidente la cultura humanista. Díganme si hay motivos para confiar en ella.
Para continuar, nos cuenta que el Coran es superfeminista, y 'que ya en los tiempos del profeta, practicaban el control de natalidad'. Se le olvida mencionar los métodos, pero servidor sospecha que eran muy eficaces ¿verdad? Y comenta luego que las musulmanas no tienen que preocuparse por nada, porque la igualdad de derechos ya está en el Coran, garantizada, o sea, para qué darle más vueltas, es más, se descuida uno y la cosa hasta tiende al matriarcado ¿qué se apuestan?
Incluso el Coran 'habla de ecología social', y según Jadiya, también de diversidad sostenible y cosas de esas, y si atinamos bien hasta pillamos una Sura para reciclaje de basura infiel, trasvases y desconexiones para mejorar el ambiente, pero eso sí, hay que saber interpretarlo con fundamento. Como hace ella.
Candela nos lamenta, rotunda y apesadumbrada, que todos los países islámicos ignoran este hecho, y le dan un toquecillo sexista a la Ley, vaya... qué fastidio. ‘Hay mucha misoginia en el Islam’ dice la conversa. Resulta que el Profeta era un ser adorable y feminista hasta el tuétano pero nadie le ha sabido leer, nadie le ha entendido, ha tenido que salir una española bautizada con agua, a cantarles las verdades a la millonada de moros que estudian a fondo la palabra de Allah en V.O. completamente en la inopia.
Pero es que entre tanto orgasmo babuchero tenía que haber gato encerrado. La neomusulmana, que se suma siempre a condenar todo acto de lapidación, violencia, crímenes de honor y no sé qué, nos dejó ya hace unos años las cosas muy claras con sólo dos simples preguntas de la periodista Isabel S. Sebastián, a cuento del apedreamiento de una tal Shafiya, donde la entrevistada terminó legitimando la Sharia y demostrando que no era una idiota como parecía, sino simplemente una cínica.
Y mientras esta cínica se dedica a dar la paliza tomando el pelo al personal con suras feministas para difundir el Islam entre las ibéricas, la somalí Hirsi Ali, que ya probó en su carne la igualdad islámica en forma de ablación genital y se quedó sin Theo por errores de interpretación, ahora está probando la diversidad sostenible esa que Mahoma quiere para Eurabia y que la ha tenido ninguneada y puteada hasta que finalmente, es amenazada con el humillante “ya veremos si te vas o no te vas” de Holanda por emigrante ilegal.
Pregunten a Hirsi lo que opina de Jadiya Candela, de Eurabia, y de la madre que parió a Mahoma.
En el fondo, las dos son víctimas del mismo Islam.
Sólo que una de ellas no lo sabe.
Por Cruzcampo