+ HaTikvah
Cuando recién se recuerda a 22.123 luchadores caídos por defender la existencia de Israel, y cuando se conmemoran los 58 años de existencia del actual Estado, resucitado después de dos mil años de interrupción, gracias al esfuerzo del sionismo, de la diáspora, y a la valentía de todos aquellos que regresaron para aportar sus conocimientos y sangre al servicio de una ilusión que perdura, los funcionarios, en Europa, se dejan el seso desparramado por las alfombras de los despachos, pero no por la patria ni por un proyecto de paz, sino de tanto pensar cómo financiar el terrorismo de Hamas sin que lo parezca. Cómo ayudar a esos enemigos, en nombre de una paz que ellos ya han dicho que no quieren. Y el cambalache, esta vez, ha sido de Chirac. El caso es dar pasta como sea.
El presidente Jacques Chirac anunciaba un plan el viernes pasado para la creacion de un World Bank de fondos para pagar a los 165,000 empleados de la autoridad palestina.
¿No son muchos, los empleados a financiar? ¿También pagaremos los Audis A6 de los ministros?
Cincuenta y ocho años amenazado por todos los flancos, El Estado de Israel sobrevive a sus enemigos, y no lo hace gracias a sus amigos, sino, a pesar de ellos.
Por Cruzcampo