+ Un reino, dos historias
No sé ustedes, pero yo, creo que va siendo hora de sacar una Historia de España que no convenza a nadie. Porque el otro día me di un garbeo para refrescar la Historia de Navarra, País Vasco etc, y oigan, qué les voy a contar que no sepan ya, lo de las dos versiones pues ya da un poco de rabia. La que convence a los del somos un país cordialmente unido y cristiano y nos hemos querido cantidad, y la del estos hijoputas expansionistas de aquí al lado que bla bla, Sancho III fue lehendakari, etc.
Porque mirando el tema de Navarra uno ve claro que el nacionalismo vasco pringará su batalla más interesante entre sus propios muros, con una Comunidad Foral que se escaquea de la patria vasca, además de un proyecto vascofrancés consentido pero inexistente y una Álava que se lo está pensando y cuando menos se espere dará la sorpresa. Y ya verán, en las filas abertzales no se lo tomarán tan deportivamente como en Moncloa. ¿O sí?
Así nos cuenta la Historia Sánchez Albornoz, esa Historia de vascos con vocación castellana.
"El patriotismo español de los vascos se hizo notorio cuantas veces corrió peligro su unión con Castilla. Reaccionaron unitariamente contra el acuerdo de Pedro I y el Príncipe Negro, por el cual el Rey Cruel cedía a Inglaterra el País Vasco, como compensación de la ayuda de las huestes inglesas contra su hermano Enrique II". Entonces lograron sus objetivos y se mantuvieron unidos al reino castellano.
Durante las frustradas negociaciones entre Enrique IV y Luis XI en torno al matrimonio de la Beltraneja y el Duque de Guiena, cuando el Impotente rey de Castilla estaba pronto a ceder el litoral vascongado, los vascos volvieron a alzarse contra su apartamiento de la Corona castellana -lo cuenta Mosén Diego de Valera- y obligaron a Enrique IV a jurar que nunca serían separados de Castilla. Fueron luego entusiastas partidarios de Isabel y Fernando en los comienzos de su reinado y defendieron heroicamente la frontera española contra Francia". Es más: "A principios del siglo XVI se sentían tan unidos a Castilla que, según Zurita cuenta, en 1508 solicitaron su incorporación a las cortes castellanas".
Mientras tanto, en el diario GARA, para Mikel Sorauren, historiador, que a su vez, colará la versión en las escuelas, libros y demás, las cosas pintan de otra manera...
A raíz del Arbitraje de Londres 1177 en el que los reyes Sancho VI el Sabio de Nafarroa y Alfonso VIII de Castilla aceptaron como juez al inglés Enrique II Plantagenet, los representantes navarros explicaban que Castilla se había apoderado de Nafarroa de manera artera, pero el rey García Ramírez el Restaurador la había recuperado gracias a la manifiesta fidelidad de los naturales. Un acto colectivo que, salvando las distancias, hoy designaríamos como autodeterminación.
E l año de 1200 representa para el estado vasco de Nafarroa una situación clave. El Estado que habían creado los vascones entre el Adour y el Sistema Ibérico, alrededor del año 1000, tras salir airosos de su enfrentamiento contra los pueblos germanos del entorno, francos y visigodos, había alcanzado una solidez incuestionable. No obstante, un nuevo peligro aparecerá en sus inmediaciones,
resultado del surgimiento de Castilla y Aragón, dos estados fuertemente expansionistas. 1200 señala el ataque más decisivo que experimentará el Estado vasco, generándole una permanente fragilidad, al arrebatarle unos territorios que se revelarán en adelante particularmente dinámicos, lo que hoy conocemos como CAV.
En fin, qué fuerte, podían haber pertenecido a Inglaterra, se habrían ahorrado el copiaje de la bandera y todo. Algunos se habrán tirado de los pelos.
Por Cruzcampo