+ Mi deja vu planificado para el suicidio & Blogs Pro Rajoy
No me refiero a Blogs Pro Rajoy, el nuevo Anillo que ha sido estrenado hace apenas una hora, y que podéis encontrar AQUÍ. Sino a Las Vírgenes suicidas. Pensaba postear algo esta noche mientras adelantaba algunas net-tareas pendientes, pero me enganché con la película que nos ha proyectado hoy Jose Luis Garci por La 2, y al final os, o me, abandoné en el sillón.
Las vírgenes suicidas fue la ópera primma (o como se escriba esa primera película de los directores) de Sofía Coppola. Y debo admitir, y confesar, que no había visionado antes tamaña cinta. Unos adolescentes nos narran desde su óptica qué pasó en los meses anteriores al hecho que da nombre a la película. Ellos poco llegan a entender, buscan constantemente desde el recuerdo piezas que les ayuden a encajar los hechos. Pero al final res de res. Durante el coloquio posterior, Cuenca, Marchante, Garci, Nati...llegaban a la conclusión de que ellas siempre nos comprenden mejor, y nosotros nunca acabamos de descubrirlas.
Me gustó el estilo, la fotografía, y esa Banda sonora que me daba un aire a Magnolia. Y con el suicidio de por medio he recordado una chorrada mía. Hace años estuve dándole vueltas a lo que suponía el suicidio y cómo cualquier persona puede llegar a ese callejón donde lo observa como única salida posible, o mejor dicho, inevitable, por muy amable que sea su existencia en este mundo.
Cuando el viento sopla a favor y piensas si en un futuro sabrías ser fuerte ante la necesidad de suicidarte, la respuesta que te das a tí mismo es clara: Of course que no. Pero me da a mí que la cosa no ha de ser tan sencilla en el momento preciso, todos lo hemos pasado mejor o peor en muchas ocasiones como para sentarte en el sillón y decirte, ya estás listo, tú nunca te vas a plantear eso...
Quizá el problema radica en que nos pensamos que sería cuestión de tener fuerza mental en ese momento cuando debe ser haber plantado unas buenas raices en la azotea. Pero siendo gomaespumaniano, me dije a mi mismo: Pableras, no te fies de tí mismo. Y decidí programarme un deja vu. Es decir, pensar en algo, enterrarlo en la memoria y pedirle que aparezca cuando lo necesites. Si alguna vez me planteo suicidarme, pocas cosas en este mundo podrían echarme para atrás, yo soy una cabra loca, un echao para alante como decimos en mi tierra. Pero el sistema funciona, cada vez que veo una película, leo libro o me entero de algo relacionado con el suicidio, el programa funciona, recuerdo que no, que no y que no. Y recuerdo el momento en que programé el despertador.
Esto de planificarme es otra de mis rarezas. De vez en cuando lo hago con determinados pensamientos por experimentar un poco. Como cuando me quedo con un instante concreto; sentado en la silla, con una dulce chica o vete tú a saber. Pero me gusta decir, recordarás este momento a los ...años. Y per Dieu que funciona. Nuestra materia gris contiene caminos insondables, más que las neuronas de Carod, increible.
¿Qué pintaba Carod aquí? Ni idea. De repente me ha solicitado aparecer mediante un flash que me ha salido y lo he dejado.
Otro día ya os hablaré de cómo hace años corría de la cama hacia una libreta donde apuntaba todo lo que había soñado por la noche. O cómo conseguí controlar algunas pesadillas que tenía de pequeño con este mismo sistema de colocarme un post it en el subconsciente. Amén de la música con que Coppola ha regado su película, que edulcoraba el drama, a este post hoy le pega un poco de los Housemartins. Off topic total, ¿eh? No te acostumbres, y por supuesto, visita a partir de hoy Blogs Pro Rajoy.
Pd. ¿Qué decía Groucho Marx? Ah, sí: Nunca entraría en un club que admitiera como socio a un tipo como yo. :)
Por Prevost