+ ¡Qué bello es vivir!
Estos días son una locura , todo el mundo está genial (como si no tuvieran problemas), con el arbolito, el belén, haciendo la cena con la familia, preparando regalos con tus hijos, sobrinos y niños en la chepa revolucionados o cantando villancicos. Sin embargo, otras personas no tienen tanta suerte, sufren una especie de depresión de Navidad , que convierten a estas fechas en un castigo para su existencia. Individuos que han perdido a un ser querido o tienen una crisis de cualquier tipo, se encuentran con que la sociedad les obliga a que este día sea especial, especial para todos, pero para ellos precisamente es como cien latigazos seguidos. Estas dos semanas les hacen recordar todo de lo que carecen, todo lo que han perdido o cualquier cosa que echen en falta.
No sé si alguno de los lectores han tenido esa sensación, de sentirse hecho una piltrafa en estas fechas, si es así, la televisión pública - ya saben que papá estado vela para todo en este país, tanto para lo bueno como para lo malo- siempre nos ofrece un antídoto adecuado, sencillo, y en especial, eficaz. Ese remedio, se llama ¡Qué bello es vivir!
El filme del año 1946, nos relata la historia de un hombre que tiene el privilegio de saber lo que les hubiera acontecido a sus seres queridos si él no hubiera existido. George Bailey (James Stewart) pasa desde una posición desesperada en la que cree que todo lo que ha hecho no ha servido para nada, a ver cómo la vida es muy bella, y que de vez en cuando, hasta las acciones que realizamos día a día tienen buenas consecuencias para los nuestros.
Por ello, si alguien está solo mañana o su cena no va ser todo lo espléndida, maravillosa y memorable como la del resto de mortales, puede tomar la determinación de: o encender la televisión y ver en qué canal la están emitiendo - todo esto si mañana hay programación de Navidad y ZP no se la ha cargado- o ir al videoclub del barrio a alquilar este clásico de Capra. Seguro que los problemas no habrán desaparecido por arte de magia, pero al menos, conseguirá arrancar una sonrisa de los labios.
Y ya que hablamos de Navidad, aprovecho para felicitaros a todos los prevostmaniacos - incluido sector rogelio civilizado del blog- al MAZP, y por supuesto a mis dos compañeros. Al boss Prevost para que siga en su línea de país multicolor, y a Cruz feliz Channukah. Que sean ustedes muy felices.
Edito: apunte de día posterior a la cena de Nochebuena. Sólo emitieron esta película en Popular TV - o lo que es lo mismo COPE Televisión- Sectarell delegó el cuidado del estado anímico de los españoles a la cadena de la Iglesia.
No sé si alguno de los lectores han tenido esa sensación, de sentirse hecho una piltrafa en estas fechas, si es así, la televisión pública - ya saben que papá estado vela para todo en este país, tanto para lo bueno como para lo malo- siempre nos ofrece un antídoto adecuado, sencillo, y en especial, eficaz. Ese remedio, se llama ¡Qué bello es vivir!
El filme del año 1946, nos relata la historia de un hombre que tiene el privilegio de saber lo que les hubiera acontecido a sus seres queridos si él no hubiera existido. George Bailey (James Stewart) pasa desde una posición desesperada en la que cree que todo lo que ha hecho no ha servido para nada, a ver cómo la vida es muy bella, y que de vez en cuando, hasta las acciones que realizamos día a día tienen buenas consecuencias para los nuestros.
Por ello, si alguien está solo mañana o su cena no va ser todo lo espléndida, maravillosa y memorable como la del resto de mortales, puede tomar la determinación de: o encender la televisión y ver en qué canal la están emitiendo - todo esto si mañana hay programación de Navidad y ZP no se la ha cargado- o ir al videoclub del barrio a alquilar este clásico de Capra. Seguro que los problemas no habrán desaparecido por arte de magia, pero al menos, conseguirá arrancar una sonrisa de los labios.
Y ya que hablamos de Navidad, aprovecho para felicitaros a todos los prevostmaniacos - incluido sector rogelio civilizado del blog- al MAZP, y por supuesto a mis dos compañeros. Al boss Prevost para que siga en su línea de país multicolor, y a Cruz feliz Channukah. Que sean ustedes muy felices.
Edito: apunte de día posterior a la cena de Nochebuena. Sólo emitieron esta película en Popular TV - o lo que es lo mismo COPE Televisión- Sectarell delegó el cuidado del estado anímico de los españoles a la cadena de la Iglesia.
Por Chesk